El aburrimiento es algo natural del hombre y esta relacionado con nuestra inquietud por conocer y explorar nuestro entorno, en especial en los niños que están explorando el mundo. Por eso queremos darte algunos consejos que pueden ayudarte para que tu hijo no se aburra en el futuro.
El aburrimiento se produce porque los niños se acostumbran a
depender de estímulos externos para divertirse. Estos estímulos como: la
televisión, las tabletas, los celulares y demás dispositivos tecnológicos son pasivos y no requieren que el niño
desarrolle su imaginación, la concentración, y ni siquiera tienen que pensar. Esto
conlleva a no desarrollar la capacidad de introspección y los recursos internos
que les permiten encontrar formas de entretenimiento intelectuales e incluso
artísticas.
Evita llenarle cada hora del día con actividades
planificadas. Permítele que decida por sí mismo cómo entretenerse. Pon a su
alcance lápices de colores, papel, pegamento y tijeras para niños (cuando tenga
edad de usarlas), para que pueda hacer manualidades. Inicia la actividad con él
si es muy pequeño y luego déjalo que continúe solo.
No uses la televisión como distractor. Es una gran tentación
dejar que los niños miren televisión durante horas, sobre todo en vacaciones y
fines de semana. Los niños que ven mucha televisión leen menos y tienden a
la obesidad. Limita el tiempo durante el que tus hijos ven televisión cada día.
Enséñale a apreciar la lectura. Un niño que aprende a amar
la lectura no se aburre. Eso sí, llévalo a menudo a la biblioteca para que
siempre tenga a mano títulos distintos. Suscríbelo a revistas propias de su
edad, que tengan ilustraciones o juegos y adivinanzas.
Ayúdalo a desarrollar su imaginación. Los niños son capaces de inventar juegos con cualquier
objeto. Enséñale a hacer muñecos recortables o a jugar al triqui con
papel y lápiz.
Evita que tenga demasiados juguetes. Si tu familia y amigos
le regalan muchas cosas, guarda los regalos y dáselos poco a poco o dónalos a
familias necesitadas. Si tiene edad para comprenderlo llévalo contigo al
centro de donación. Cuando tienen demasiados juguetes, los niños no aprecian lo
que tienen y les cuesta elegir entre tantas cosas.
Ayúdalo a desarrollar una afición. Inscríbelo en clases de natación, de música,de pintura o cualquier otra. Pon a su disposición los medios para que
pueda hacer un proyecto: un puzzle, un collage, una casa de muñecas de cartón,
o un libro.
Déjalo que se aburra. Sugiérele actividades, pero no le des
siempre la solución ni te sientas culpable porque tu hijo se aburre. Si le
permites que use el aburrimiento como catalizador para encontrar una actividad
interesante y quizá educativa será más autosuficiente y feliz.